Las cosas que no podemos hacer.
La paciencia
que hay que tener
son como la hora de la siesta.
Amén.
Las palabras engañan, las sílabas
no son más que un sombrero agujereado
que no deja pasar la realidad.
A una milla
nimia
de homonimia
mi corazón
de mis sentimientos
de mi razón
con sus pensamientos
enarbola
su sinrazón
su arboladura
de dolor
se orilla
sumerge
emerge
escucha
como lucha
ese dolor
se abisma
sin conclusión
se ducha
en la repetición
de no encontrar
ni pasión
ni descanso
ni sabor
ni calor
más duraderos
que la locura
oscura
de buscar
cómo acercar
y exterminar
esta nimia
milla
de homonimia
que divide
por entero
lo que debía estar
unido
cercano
completo.
PUES A mí me gusta, pese a que no haya comentarios en esta entrada....
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